Apuntes sobre Inglaterra

Erasmus biologensis, subespecie englishiensis. Cuaderno de bitácora y anecdotario.

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jueves, diciembre 21, 2006

Apuntes sobre Inglaterra. Ellerslie hall

Hoy, 18 de diciembre de 2006, día en que regreso a mi pobre y amada España respondiendo a la llamada navideña, han venido a mi memoria los primeros días de mi estancia fuera de ella.


Recuerdo bien la primera vez que vi mi habitación; fue decepcionante siendo honesto. Probablemente sea la más pequeña de todo el piso. Pero lo que más me estorbó y me estorba es el hecho de tener una “bathbox” en lugar de un bathroom. No obstante, ha habido cosas positivas y es que, gracias a este hecho, ahora tengo pareja estable. Se llama courtain, es de un tejido plástico color hueso y tiene hongos oscuros en los finales de sus faldones. Su abrazo me acompaña cada ducha, su roce es el suave gozo de nuestro contacto sexual. Y cuanto más caliente mana el agua más se arrima ella y más completa es nuestra unión.

En mi humilde opinión, la residencia en sí no merece lo que cuesta. Sólo hay una sala común para los tres anexos (mucha gente); hay un viejo piano de media cola totalmente desafinado y en la otra punta de la sala una tele que siempre está ocupada por lo que tocar el piano se hace imposible.

No nos dejan cocinar por miedo a un incendio; pero la comida tan sólo es comestible y además llegan a tal tacañería que, incluso, cuentan el número de patatas que te echan en el plato. Doy fe de ello. Bueno, la verdad es que conmigo se portan muy bien. También doy fe. Siempre me dan las porciones más grandes y a veces incluso dos. Me dejan repetir siempre que lo pido incluso cuando no es el tiempo para ello. (Sí, sí. Hay un tiempo para repetir. Justo antes de que dejen de servir para cerrar). Mis compañeros achacaban este trato diferencial al supuesto amor que me profesara la muchacha que sirve. Yo lo dudo…El hecho es que, una vez, mi amigo Alberto, a quien le apasionan las jacked potatoes, (una suerte de patata asada, abierta por la mitad y acompañada de diferentes rellenos), preguntó a la mujer el por qué de este asunto después de ver cómo ella dejaba una patata mediana de nuevo en la fuente y rebuscaba en ella a fin de servirme la más grande. Ella respondió sin ocultar una sonrisa cómplice hacia la otra mujer más mayor que comparte su trabajo: “Por que él es alto y necesita más comida” (En inglés, claro). Alto, ¡dijo alto!. Vaya, vaya. Yo hubiera dicho rellenito, más bien. De todos modos, agradecí el cumplido con una amplia sonrisa y una ligera inclinación de cabeza.

En cuanto a los vecinos, en fin… Si mi habitación está en contacto con otras tres (a izquierda, a derecha y debajo) imaginen lo que es tener que escuchar de modo habitual la escandalera de dos de ellas. Ambas con música que hacen temblar el suelo y la pared. Y no me vale que sean muros de chicha y nabo, más a mi favor. El sonido continuo de los bajos se convierte en una monotonía insufrible. Gracias al Cielo parece que la situación está apunto de resolverse. De no ser así quizás me viera obligado a desenvainar…

La vida allí parece una juerga continua. Ingleses corriendo de aquí para allá, ingleses gritando esto o lo otro… Gente que tiene edad para conducir, beber, practicar sexo como si se fuera a acabar el mundo, pero que se comportan como adolescentes de acné. Quizás el hecho de que estén en primero de carrera tenga algo que ver, pero no sé si podría valer como justificación. Por lo que yo he podido observar la gente allí adolece de un infantilismo patente pero, en cierto modo, responsable. Son, a pesar de todo, bastante educados en apariencia. No quiere decir esto que nos se les vaya la pinza; se le va, ¡claro que se les va!. Pero como ya he dicho tienen una manera más normalizada, más serena, más responsable, más…No se cómo expresarlo exactamente. Pero no son como los españoles, quienes quizás seamos menos infantiles (y eso que hay mucho niñato, pero no es lo mismo) pero más irresponsables e irascibles, desde luego. ¡Ay! Yo construiría una sociedad con lo mejor de estos dos mundos. Quizás ya exista, pero parece como si operase una fórmula desconocida que impidiera que las cualidades positivas de ambas emergieran de una vez. Parece como si una fuese la vía de escape de la otra y, en cierto sentido, centrarte en la primera te hiciera perder el dominio de la segunda y viceversa.

No obstante son gente muy amable y mucho más cercana de lo que cabía esperar. El primer día, a mi llegada, llamaron a mi puerta cinco de los que ya estaban allí y se presentaron sin más dilación. Propusieron ir a tomar una cerveza, cosa a la que no me negué por muy por muy incómodo que me sintiera en aquel momento. Fui extremadamente distante, creo recordar, con aquella gente que tan efusivamente se presentó esa noche. Qué cosas tiene la vida; por un instante yo hube parecido más inglés que ellos…

Y lo dejo por ahora, que ya van a llamar a embarque. Dios se apiade de mí…¡Jerónimooooooo!

1 Comments:

Blogger patricio said...

ey inutil, soy patricio, siento el increible retraso ¿que tu fooking room es pequeña? pequeño saltamontes, si algun dia pasas por navarra te enseño el verdadero significado de pequeño. Y si la camarera te tira los trastos via patatas ¿que más dá? la comida siempre será un gran vínculo de unión para las personas civilizadas.
Anda, dale duro a todo en girilandia y como decía aristóteles "a la mierda"

10:05 a. m.  

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