Apuntes sobre Inglaterra

Erasmus biologensis, subespecie englishiensis. Cuaderno de bitácora y anecdotario.

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viernes, diciembre 15, 2006

Calli…Calli

Hoy he tenido mi primera decepción en el campo de lo académico. Ha sido en relación al proyecto que brevemente les relato.

Consistía éste en tomar un fragmento modificado de una proteína chaperona, (al que se le eliminaba unas secuencias de señalización específicas para el regreso a un orgánulo celular, el R.E., o/y para el reconocimiento y entrada en la vacuola lítica), e integrarlo en un plásmido para replicarlo primero en Escherichia coli. De allí se extraía de nuevo el fragmento y se insertaba en un plásmido vector atenuado de Agrobacterium tumefaciens. Una vez seleccionadas las colonias transformantes de esta bacteria se procedía a la infiltración de una solución de las mismas en el tejido foliar de plantas de tabaco. Después de tres días dejando a los bichines hacer su trabajo se recortaba la zona de la hoja infiltrada, se machacaba, se extraía un homogeneizado y se precipitaban las proteínas solubilizadas en él. Para terminar se confirmó la existencia de las proteínas transformadas mediante un Western blot.

Hasta aquí todo fue casi de maravilla. El proyecto en sí ya estaba hecho. Pero yo quería más…A sí que pregunté a mi tutor si podría quedarme en el laboratorio todo el año. Él, el Dr. Jurgen Denecke, aceptó. Es un hombre afable y bonachón. Habla el castellano con mucha propiedad y fluidez y le gusta la cocina tanto a más que a mí. Es un hombre genial, de verdad.

Así, la tarea encomendada fue conseguir plantas de tabaco transformadas por completo. (Lo anterior fue una infiltración, vamos, un transformación muy local e incompleta). Para ello debía cortar cuadraditos de hoja de tabaco exponerlos a una solución de mis cepas transformadas y transformadoras de A. tumefaciens, para que éstas se integraran e infectaran los tejidos. Posteriormente debía cambiar cada semana los fragmentos a un medio recién hecho (con la relación apropiada de hormonas). El propósito, obtener callos (calli) y con ellos, una vez crecidos, generar plantas completas enteramente transformadas. Y los he obtenido, pero no son apropiados. Parecen muy “viejos” y “a disgusto”. Deberían ser indiferenciados algo transparentes y dar impresión de lozanía. No ha sido así. Es más, algunos tenían ya tejido foliar diferenciado. Malo, malo. Mi tutor me ha dicho que los medios que yo hacía tenían siempre “mala pinta”, eran muy turbios. Algo he estado haciendo mal, eso seguro. Pero, ¿el qué?...

Cuatro semanas tiradas por la borda. El Dr. Denecke me ha dicho que no me preocupe, que haremos otro intento y que ahora me centre de los exámenes que ya se acercan. Pero para mí el asunto en cuestión tiene más que ver con el orgullo que con el tiempo perdido. Se suponía que era algo fácil de hacer y no lo he conseguido. Estoy apunto de venirme abajo por tal nimiedad. Esto me hace dudar de mi capacitación como futuro científico, pero por otro lado me empiezo a sentir como tal; con sus penas y alegrías, con sus éxitos y FRACASOS…

No sé. Lo volveremos a intentar. Y quien sabe, si los mimo bien a lo mejor les da por convertirse en esas preciadas bolitas de células indiferenciadas, con los genes mutantes integrados, que tan feliz me harían. ¡Ay! Calli, calli…

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No desesperes. Que no hayas desarrollado bien una técnica no significa que seas un mal científico.

La técnica se aprende con la práctica.

8:34 p. m.  

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